Esto es todo lo que hice para que el 2023 fuera el mejor año de mi vida
(Por supuesto que voy a repetir en el 2024)
Si has estado un poco al tanto de mi vida este año, te habrás dado cuenta de que me lo he pasado genial. Si estuviste un poco al tanto de mi vida el año anterior (2022), te darías cuenta de que también. Pero es que 2023 ha sido increíble, y aunque no todo ha sido perfecto (ha habido momentos bastante duros), ha sido el mejor año de mi vida con diferencia. Casualmente del año anterior dije lo mismo, así que, visto lo visto, te puedes imaginar lo altas que están mis expectativas para este año que entra en apenas unos días.
Por supuesto, soy consciente de que hay cosas que se escapan de mi control. Precisamente de esas cosas, no me preocupo. Prefiero ocupar mi tiempo y sobretodo mi energía en aquellas en las que sí tengo (a diferentes niveles) autoridad.
Pero me estoy adelantando.
Ya te comenté en la carta anterior que no soy ningún tipo de gurú de la manifestación. ¿Se me da bien manifestar? Yo considero que sí, al igual que considero que mi vida es una prueba de ello. ¿Te puedo enseñar a manifestar? Bueno. Te puedo contar lo que yo hago, explicarte el cómo y el por qué, y razonar los motivos por los cuales empleo unas técnicas y no otras.
Manifestar, para mí, y resumido mucho muchísimo, es poner toda mi energía positiva (esto es importante) en un objetivo, de tal forma que mi realidad se transforme todo lo que sea necesario para conseguirlo. Suena mucho más complicado de lo que realmente es, pero cuando lo haces una vez, las siguientes resulta más y más fácil, como cualquier hábito. Creo que el secreto para manifestar con facilidad es precisamente ese, convertirlo en un hábito.
Vuelvo a repetir que no soy ningún tipo de entendida sobre este tema, simplemente yo lo hago, me funciona, y como es una parte muy importante de mi vida, y considero que ha tenido mucho que ver en el año tan bueno que he tenido, lo cuento.
Dicho todo esto (¡he intentado hacer la introducción cortita!), considero que hay otras cosas más “tangibles” que me han ayudado ha hacer del 2023 el mejor año de mi vida hasta la fecha. Así que he decidido contártelas. Vamos al lío:
0. Antes de empezar a planear
La energía que se respira ahora mismo en todos sitios es la misma de todos los años por estas fechas: cierre del año, comienzo del nuevo, es el momento de cambiar tu vida, blah blah blah. Déjame decirte algo (igual veis que algunas cosas que digo aquí ya las dije en la carta anterior, ¡pero es que mi intención era mandar esta “guía” entonces!): a tu cerebro le da exactamente igual que decidas fijarte objetivos el 31 de diciembre, que el 1 de enero, que el 12 de agosto. Quizá ahora mismo estés agobiadx, no estés en el mood adecuado para llevar esto acabo, o simplemente no puedas porque no tienes tiempo. No pasa nada. A lo largo del año hay decenas de momentos en los que el ambiente se siente de manera similar (no exactamente igual, pero es que de verdad que no es algo por lo que haya que preocuparse) a este: tu cumpleaños (de eso hablamos luego), el fin o el principio del año zodiacal, cada Luna llena o Luna nueva (en 2024 habrá 12 y 13 respectivamente), el solsticio de verano, el equinoccio de otoño… si es que será por fechas. En mi opinión, es preferible que si no puedes planear en condiciones ahora mismo, lo dejes para otro momento. Con prisas y agobios no se llega a ningún sitio.
Dicen que un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla. Esto se puede aplicar a tu propia vida: si consideras que el año que acaba no ha sido un buen año, identifica el por qué. Si por el contrario (como en mi caso), consideras todo lo contrario, es importante identificar las razones también. Si mi condena es ser una disfrutona, que me caiga la cadena perpetua. Resumiendo: que hagas un repaso del año. Siéntate, abre Instagram, tu diario, conversaciones de WhatsApp o todo a la vez. A mí me gusta ir mes por mes apuntando los highlights o momentos destacados con papel y boli. Una vez hecho eso, comienzo a hacerme preguntas. Aquí te dejo unas cuántas que me parecen útiles, especialmente porque una vez empiezas a responderlas, te surgen otras nuevas:
¿Qué es lo que más agradeces de este año?¿De qué logro estás más orgullosx?
¿Cuál es tu recuerdo favorito?¿Por qué?
¿Cuál ha sido tu mayor reto?¿Cómo lo has superado?
¿Cuál ha sido tu mayor decepción de este año?¿Qué has aprendido de ella?
¿Qué has dejado atrás este año?¿Qué es eso que quieres soltar y dejar atrás pero aún no te atreves, y por qué?¿Y qué es lo que quieres traerte sí o sí al próximo año?
¿Qué personas te han hecho feliz este año?¿Quién te ha ayudado a crecer?¿Esas personas lo saben? (Si no lo saben, igual es buena idea hacérselo saber)
1. Lluvia de ideas y hora de ponerlas en orden
Seguramente en este punto, ya hayan pasado por tu cabeza varios “titulares” respecto al año que acaba y otros tantos en relación al que comienza pronto. También es bastante probable que tengas ya algunos objetivos que te llevan rondando la cabeza los últimos meses (“el año que viene me pongo en serio con el inglés”…). Es importante que apuntes grosso modo estas ideas, porque muchas veces tendemos a olvidarlas. Esto lo desarrollaremos después, así que por ahora es tan simple como escribir “B2 francés”, “gimnasio” o “viajar”. No hace falta ponerse específicxs (aún).
Mi recomendación a continuación es que te tomes un descanso. Pueden ser un par de horas, pero yo suelo parar hasta el día siguiente. De hecho, algo que se me ha olvidado mencionar antes es que el planificar el año me toma varios días. Este parón me resulta beneficioso porque durante él se me ocurren nuevas ideas. A veces dedico cortos periodos de tiempo (20-30 minutos) a hacer lluvia de ideas, pero esto ya es en función de la persona. Yo soy incapaz de sentarme toda una tarde a simplemente hacer brainstorming.
Una vez tengo un buen número de potenciales objetivos (y esto de nuevo es en función a cada persona), es momento de ordenarlos por categoría y relevancia:
En mi caso tengo cuatro categorías: salud y crecimiento personal, trabajo y finanzas, relaciones personales y ocio. Puedes poner y dividir las categorías como te dé la gana, pero te recomiendo que no te pases porque puede resultar abrumador, especialmente si es la primera vez que vas a hacer este ejercicio.
Dentro de cada categoría, hay un mínimo de 4 y un máximo de 6 objetivos, ordenados por relevancia. Si me paso de 6, como están ordenados por lo importantes que son para mí, a partir del sexto, los siguientes salen de mi lista de objetivos para el 2024 (o para el momento en el que decida hacer el ejercicio). No me olvido de estos objetivos para siempre, pero al momento de planificar, simplemente no son prioritarios. Te pongo un ejemplo:
Salud y crecimiento personal:
Ir al gimnasio más a menudo.
Comer mejor.
Aprender inglés.
Aprender a manifestar mejor.
2. La clave para lograr lo que quieres es definirlo
¿Conoces los SMART goals? SMART es un acrónimo en inglés que sirve para definir todo lo que un objetivo debería ser: Específico, Medible, Alcanzable, Realista/Relevante y con una Fecha Límite.
En este siguiente ejercicio, vamos a definir todo lo que podamos todos y cada uno de nuestros objetivos. Cuanto más exactxs seamos, más factible se vuelven, pues el sistema SMART nos ayuda a trazar un plan. Seguimos con el ejemplo de antes:
“Aprender inglés” como objetivo está genial, pero es poco concreto, nada medible, no sabemos cómo de alcanzable y realista es porque no lo hemos definido, ni tampoco tenemos una fecha límite que nos anime a cumplirlo.
Lo primero sería ver en qué contexto nos encontramos: ¿tenemos un nivel de inglés básico o estamos empezando desde 0? Aquí tienes que ser sincerx contigo mismx. Tus objetivos son tuyos y no tienes porqué compartirlos con nadie si no quieres, así que no hay de qué avergonzarte. Imaginemos el caso de una persona que no sabe hablar el idioma para nada y tiene “aprender inglés” como objetivo para este año:
Especificar el objetivo: quiero aprender inglés porque me facilitaría la vida a la hora de viajar, a la vez que ampliaría mis oportunidades profesionales. Esto último es especialmente relevante para mí por mi situación actual.
Me descargaré Duolingo para practicar todos los días y llevar un registro de mi progreso y así poder medirlo.
Este objetivo es alcanzable porque tengo muchísimos recursos gratuitos a mi disposición: series y películas en versión original con subtítulos, perfiles de redes sociales donde profesionales ofrecen contenido didáctico… Además, puedo apuntarme a clases de inglés.
Mi visión realista de este objetivo es poder mantener una conversación de manera más o menos fluida con un nativo, o alguien que no hable mi idioma pero sí el inglés.
Como a finales de 2024 viajaré a Reino Unido, debo ser capaz de defenderme en el idioma como muy tarde, en Octubre.
Todos tus objetivos debería de ser SMART, así que tómate tu tiempo en desarrollar cada uno de ellos.
3. Vamos a planificar el año
Coge un calendario, o tu agenda (a mí me gusta hacer las cosas “físicamente”, con papel y boli, pero si eres más digital, el del móvil sirve) y varios colores. Primero, vamos a marcar en el calendario todas aquellas fechas que ya tenemos ocupadas: por ejemplo, si decidiste comprar un vuelo para finales de enero del año que ahora comienza, o si sabes que por tu cumpleaños sí o sí vas a celebrar una fiesta. A continuación vamos a dividir el año y a decidir nuestros “puntos de chequeo”:
Esto no es definitivo (nada de lo que estamos haciendo lo es, lol), ni tiene porqué ser a partes iguales, en mi caso el año se divide en Enero-Febrero-primera mitad de Marzo, luego segunda mitad de Marzo-Abril-Mayo-Junio, Julio y Agosto van juntos como si fueran uno solo, y finalmente Septiembre-Octubre-Noviembre-Diciembre. Mis puntos de chequeo son: a mitad de Marzo (mi cumpleaños), Junio, Septiembre (antes y después de mis meses de vacaciones, que son Julio y Agosto) y finales de Diciembre (cuando planeo el nuevo año). Esto es a gusto y a contexto del consumidor, claro.
Los puntos de chequeo (check points) son momentos en los que volver a abrir la libreta por la página donde apuntamos todos nuestros objetivos y revisar en qué punto nos encontramos, cuánto hemos avanzado, qué ha ganado relevancia y qué la ha perdido. La persona que eres en Diciembre de 2023 seguramente tenga mucho que ver con la que seas en Marzo de 2024, pero no será la misma. Mi “yo” de Diciembre de 2022 tenía como prioridad aprender francés porque en abril de 2023 iba a viajar a París. Ese viaje se canceló así que el aprender el idioma dejó de ser una prioridad para mí, sin embargo otros objetivos que en su momento eran menos relevantes en mi lista, habían cobrado importancia. A veces la vida se pone de por medio y lo que no está bajo nuestro control (y hay muchas cosas que no lo están), no lo está y ya está. A otra cosa mariposa y de la manera más zen posible.
Por último, con nuestro tercer color, marcaremos las fechas potenciales: fechas en las que tenemos la intención de hacer cosas, fechas que tenemos la intención de que pasen a estar ocupadas (y por tanto, pasen a ser del primer color). Por ejemplo, las mejores fechas para viajar a Miami son entre el 1 de diciembre y el 31 de mayo, pero en diciembre es Navidad, en enero no voy a tener un duro, en febrero tengo mucho trabajo, en marzo es mi cumpleaños, y en mayo los precios de los vuelos suben muchísimo. Así que potencialmente, me iría a Miami en abril. Pum, lo marco. Este año me gustaría volver a trabajar en la Fashion Week de Londres, que es del 16 al 20 de febrero. Marcado en el calendario. Quiero irme de vacaciones en Semana Santa. Esa semana la marco también. Es muy difícil tener el año completamente planificado en enero, pero tener un overview a mí me ayuda bastante.
Ahora es momento de pasar nuestros objetivos SMART a la agenda. Siguiendo con el objetivo (ya definido) de aprender inglés, si mi intención es hablarlo con una mínima fluidez en octubre, tendré que ponerme a ello los meses anteriores. Pero en Julio me voy de vacaciones y en Agosto cierra todo, incluyendo mi academia de idiomas, aunque en Septiembre tienen un curso intensivo de fin de semana para personas que tienen un nivel básico. Así que igual debería empezar en febrero, una vez terminen las fiestas, poniéndome con Duolingo todos los días un rato y viéndome un capítulo de The Crown en versión original con subtítulos en castellano. Esto obviamente es solo un ejemplo, pero me vais siguiendo, ¿no?
4. El famoso vision board
Hemos llegado a la parte que todo el mundo esperaba. El año pasado hice en mi Instagram (y lo guardé en destacados) un tutorial de 10 pasos sobre cómo hacer el vision board (un vision board es un collage de fotos que nos ayuda a visualizar y manifestar algo, en este caso los próximos meses de nuestra vida). Como son stories de Instagram y los hice corriendo, están mucho menos desarrollados que esta guía, pero si esto es está resultando demasiado pesado, id a echarle un vistazo, aunque os aviso que el trabajo “gordo”, llegados a este punto, ya está hecho. Ahora viene la parte divertida: abrir Pinterest.
Las imágenes que elijamos para nuestro vision board, deben ser como nuestros objetivos: lo más específicas posibles. Yo tenía en mi vision board las vistas exactas que quería observar con mis propios ojos en mi viaje a la Costa Amalfitana, así como el modelo exacto de auriculares que quería comprar pero en ese momento no podía permitirme, el número de seguidores con el que quería terminar el 2023, o las modelos con las que quería trabajar. Puedes tomar tus propias fotos y utilizarlas también. A mí en el vision board me gusta añadir también fotos de cosas materiales que quiero (un bolso, mi ordenador), así como frases que me inspiren (las frases me gusta escribirlas YO, siento que así se me quedan grabadas en el cerebro y por tanto son más poderosas). Todo esto (poner y ajustar las imágenes, y ponerles texto) lo podéis hacer en Canva de manera gratuita.
Aquí un ejemplo de vision board (no es mío):
El año pasado (2022) decidí hacer mi vision board de 2023 mi fondo de pantalla del móvil, porque es sin duda lo que más veo a lo largo de mi día. Me ha funcionado tan tan TAN bien que este año pienso repetir.
5. Hora de pasar a la acción
Puede parecer que este sea el paso más difícil, pero a mí siempre me pasa lo mismo: llegada a este punto, estoy tan motivada, que lo verdaderamente difícil sería quedarme sin hacer nada.
Creo que en esta especie de guía os he contado y explicado bastante bien todo. ¿Esto os asegura un 2024 de ensueño? Pues no, porque ni siquiera me lo asegura a mí. Algo muy importante que he aprendido con los años es que hay cosas que se escapan de mi control (de esto ya hemos hablado lo suficiente), pero en lo que a mí respecta, en cuanto a lo que es responsabilidad mía, voy a hacer todo lo posible para que salga de la mejor manera, y esta simple intención (porque las cosas hay que hacerlas con intención) ya me hace ver las cosas de manera diferente, de alguna manera “programa” mi cerebro para luchar por mis objetivos, y creo que eso es lo más importante.
Friends, no tengo mucho más que añadir por ahora. He invertido muchísimo tiempo en pensar, organizar y escribir esta carta, así que ahora mismo me siento como si acabase de dar a luz, lol. Espero haberos ayudado, y sobre todo que esta guía os ayude.
Nos leemos el año que viene.
Con mucho amor,
Blanca
La mejor ❤️